Periódicamente en la comunidad deportiva se plantea un vivo debate sobre los límites del rendimiento deportivo, y cada vez que un gran evento deportivo (Olimpiadas, Campeonatos del Mundo...) nos proporciona la alegría de nuevos récords surge la polémica: ¿se podrán batir indefinidamente las marcas o existen límites al rendimiento deportivo?
La comunidad científica no es ajena a este debate aunque, evidentemente, los términos en los que se plantea la discusión son particulares. Si entendemos el rendimiento deportivo como la interacción de multitud de factores de muy diversa índole que influyen en los resultados deportivos, podríamos plantear la hipótesis de que si conseguimos que todos estos factores se desarrollen por completo en todos y cada uno de los deportistas que compiten, habríamos alcanzado el límite del rendimiento deportivo y serían imposibles nuevos récords. Diversos autores han trabajado en esta línea y han profetizado los tiempos que tardarían en batirse los diversos récords con éxito dispar.
No obstante, desde el ámbito de una revista especializada en Medicina del Deporte y con nuestra principal preocupación en la salud del deportista, el ámbito del debate científico creemos que debe ser otro y que no debe estar exento de componentes como la ética o la moral.
El deporte de alto rendimiento requiere una profesionalización cuyo objetivo principal no debería estar fijado sólo en la obtención de resultados deportivos espectaculares y sorprendentes, sino también, y aunque frecuentemente olvidado, en el cómo se han obtenido, a costa de qué y las consecuencias que traerá a largo plazo para el deportista la obtención de los mismos; deberían ser también considerados cuando se establecen los objetivos de la carrera profesional de un deportista.
Evidentemente existen límites para el rendimiento deportivo; los medios económicos, los materiales deportivos, las técnicas de entrenamiento, la medicina y ciencias aplicadas al deporte, todos tienen un margen de mejora que tarde o temprano se agotará. No obstante, otros límites al rendimiento deportivo, tales como la salud del deportista, no sólo no deberían de obviarse, sino que deberían ser día a día revisados para que la obtención de los récords no sea a costa de la salud del deportista.
Comité Editorial Revista Andaluza de Medicina del Deporte