Efectos metabólicos, renales y óseos de las dietas hiperproteicas

Papel regulador del ejercicio

  • V. A. Aparicio Departamento de Fisiología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada. Granada. España.
  • E. Nebot Departamento de Fisiología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada. Granada. España.
  • J. M. Heredia Departamento de Fisiología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada. Granada. España.
  • P. Aranda Departamento de Fisiología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada. Granada. España.
Palabras clave: Dieta hiperproteica, Ejercicio, Riñón, Hueso, Perfil lipídico

Resumen

 
El establecimiento de niveles de referencia proteicos seguros, tanto para la población en general como para los deportistas en particular, sigue siendo a día de hoy, fuente de debate. Parece existir un acuerdo científico acerca de los beneficios de las dietas hiperproteicas (HP) sobre el perfil lipídico plasmático, al mejorar los niveles generales de colesterol y triglicéridos y favorecer la pérdida de peso. Sin embargo, los efectos de las dietas HP sobre parámetros renales y óseos aún desencadenan disparidad de resultados. Hay estudios que consideran la hiperfiltración glomerular renal, ocasionada por el consumo de dietas HP, una respuesta fisiológica adaptativa normal, mientras que otros advierten del mayor riesgo de desarrollar una patología renal de mantenerse altas ingestas proteicas de alto valor acidogénico durante años. Es en el metabolismo óseo donde la controversia es mayor. Existen estudios que evidencian una peor densidad mineral ósea, otros que no encuentran diferencias significativas y otros que atribuyen a las dietas HP un efecto protector óseo. Tanto en el ámbito metabólico, como en el renal y óseo, el ejercicio físico se presenta como una herramienta reguladora excelente ante la mayoría de las alteraciones que dichas dietas pudieran ocasionar, al fomentar un mejor perfil lipídico, reducir la inflamación renal, mejorar la ratio de filtración glomerular y estimular el fortalecimiento óseo. Tras demostrarse en el estudio de Elango et al (2009) que las ingestas proteicas diarias recomendadas de 0,8 g/kg/día estaban infravaloradas, y establecerse los nuevos niveles para la población sedentaria, deberían formularse nuevos niveles seguros de referencia de proteína de alto valor biológico para atletas de las distintas disciplinas.
 
Publicado
2018-04-30
Sección
Revisiones
Página/s
153-8